Cómo diseñar un vestidor a tu medida

Los vestidores se han convertido en un elemento clave en los hogares modernos. Ofrecen espacio de almacenamiento eficiente siempre que se dedique el tiempo necesario al primer paso de la tarea: cómo hacer un vestidor.

Diseñar un vestidor que se ajuste a tus necesidades, al espacio disponible y a tus gustos personales puede parecer una tarea abrumadora, pero con la orientación adecuada y algunos consejos e ideas prácticas podrás crear el armario empotrado de tus sueños. A continuación, te ayudamos a hacerlo realidad.

Pasos para diseñar un vestidor

1. Elegir el espacio para ubicar el vestidor

El primer paso para diseñar un vestidor adecuadamente es elegir el lugar y concretar las dimensiones. Puede que el antiguo hueco del armario anterior sea suficiente y solo haya que redistribuirlo o puede que haya una estancia no utilizada adecuadamente que sea perfecta para el nuevo vestidor. Para plantear el vestidor y aprovechar el espacio hay varias formas básicas:

Vestidor en línea.

El vestidor en línea no requiere de grandes medidas y ofrece un mejor acceso. Normalmente, es posible aprovechar el espacio del viejo armario mejorando la organización y el diseño.

Vestidor en “L”.

Esta forma es ideal para las aprovechar las esquinas o rincones siempre que el acceso disponible sea de 90 grados por accesibilidad.

Vestidor en “U”.

Para estancias independientes al dormitorio o para huecos amplios es aconsejable el vestidor en “U” aprovechando dos esquinas. Esto puede permitir instalar una consola auxiliar o isla central que sirva como elemento decorativo y como almacenamiento adicional.

Vestidor en pasillo o paralelo.

Por último, si el espacio no es amplio o hay que salvar una ventana o el acceso, se pueden diseñar armarios en paralelo siempre que haya un pasillo central mínimo de 1 metro por accesibilidad.

2. Analizar la ropa y las necesidades

Una vez se tiene claro el espacio disponible, llega el momento de diseñar el interior del vestidor en función de la ropa a guardar y de las necesidades de almacenaje:

• Ropa colgada larga. Los vestidos, los abrigos largos y otras prendas especiales necesitan un módulo de, al menos, 160 cm de alto.
• Ropa colgada corta. En este módulos o módulos se colocan la mayoría de prendas (camisas, camisetas, faldas…) y con 75-90 cm de alto es suficiente.
• Ropa doblada en cajones. Esto va en gustos, hay quien prefiere tenerlo todo colgado o quien reserva los cajones para algunos tipos de prendas. Los cajones deben tener un mínimo de 16 cm de altura.
• Ropa doblada en estantería. También se pueden incluir baldas para jerséis, por ejemplo. En este caso, es recomendable dejar unos 30 cm entre cada una.

Dado que los vestidores y los armarios empotrados se pueden personalizar al máximo, también se pueden incluir pantaloneros extraíbles, colgadores para bolsos, cestas cerradas y un sinfín de opciones para mejorar la organización y la estética del espacio.

Se pueden incluir simples baldas o cubículos para los zapatos, pero hay módulos especiales con extraíbles o con hormas para optimizar el espacio dedicado a estos accesorios.

3. Seleccionar los módulos de distribución

Cuando ya se tienen claras las opciones de distribución, sus medidas y, sobre todo, la cantidad de prendas que hay que almacenar en cada espacio, llega el momento de organizar:

Organiza la zona de baldas.

Son perfectas para prendas voluminosas como los jerséis o para partes de arriba siempre que no se hagan pilas infinitas, de ahí los 30 cm recomendades de separación entre baldas.

Organiza la zona para colgar prendas largas.

Este módulo no debería ser muy ancho, no es habitual tener muchas prendas largas y se termina desaprovechando el espacio.

Organiza la zona para colgar prendas cortas. Resulta muy útil instalar 2 barras paralelas separadas por 90 cm para tener más espacio. La ropa colgada se usa más por visibilidad.

Espacio para cajoneras.

En función del uso y de la medida del vestidor, esto puede variar. No es recomendable abusar de los cajones más allá de para ropa interior.

Espacio para zapatos.

Hay que analizar bien el tipo de zapatos a guardar para calcular el espacio, las botas necesitarán una altura de unos 40 cm pero otro tipo de calzado no. Además, los accesorios ayudan mucho a organizar esta zona del vestidor.

Los armarios empotrados a medida permiten aprovechar el espacio hasta el techo gracias al altillo, pero esta zona de difícil acceso debe reservarse para cosas que no se usen mucho como maletas o ropa de diferentes temporadas.

4. Determinar los acabados y los materiales

La estética de un vestidor es totalmente subjetiva, hay que elegir según los gustos de cada persona porque las opciones actuales son prácticamente infinitas.

Lo primero a tener en cuenta es la decoración general del espacio y de la casa, lo ideal es que el vestidor vaya acorde con el resto, pero se puede aprovechar este rincón privado para innovar. Sin embargo, al ser un habitáculo cerrado y relativamente pequeño, muy cargado de cosas, siempre es recomendable decantarse por acabados lisos, luminosos y discretos.

Además, se pueden incluir detalles que marquen la diferencia como tiradores originales, espejos de cuerpo entero o fondos vestidos con papeles estampados.

5. Añadir la iluminación

¿Es necesario poner iluminación cuando se diseña un vestidor? No. ¿Es útil? Sí, pero depende de cada caso.

Un armario empotrado en línea no muy grande y situado en una habitación luminosa no lo necesita, aunque queda muy estético.

Un vestidor que ocupe un espacio relativamente grande y sin iluminación natural sí necesita iluminación integrada. Actualmente hay muchas opciones, algunas funcionan por detección de movimiento al abrir la puerta, otros son más simples y tienen su propio interruptor y los hay, incluso, con mando a distancia. Lo más útil es colocar tiras LED en la parte superior de los módulos, espacialmente en los esquineros y en los altillos.